Quien lo ha probado lo sabe bien: la secadora es uno de esos electrodomésticos de los que no se puede prescindir una vez descubierta. Ahorra tiempo, elimina la necesidad de tender la ropa y deja la ropa siempre suave y lista para usar. Mantenerla eficiente evita problemas como ropa húmeda, malos olores o ciclos más largos de lo previsto.

Basta con unos simples gestos periódicos que toman solo unos minutos para prevenir futuras averías y mantener la secadora eficiente, evitando un desperdicio de energía de hasta un 20–30 %.

¡Con el mantenimiento de la secadora adecuado no podrás prescindir de ella!

Por qué el mantenimiento de la secadora es importante

Limpiar y revisar la secadora regularmente no solo prolonga su vida útil, sino que también garantiza eficiencia, seguridad y mejores resultados. Esto es lo que puede pasar si se descuida:

Problemas técnicos

  • Sobrecalentamiento: la pelusa obstruye los filtros y reduce el flujo de aire. El motor y la resistencia trabajan más, aumentando el riesgo de averías o, en casos extremos, de incendio.
  • Alto consumo: la secadora tarda más en secar y consume más energía.
  • Reducción de la vida útil del electrodoméstico.

Ropa dañada permanentemente

  • Desgaste de los tejidos: ciclos demasiado largos y calor irregular pueden desgastar las fibras, haciendo que la ropa se vuelva áspera, decolorada o “peluda”.
  • Riesgo de encogimiento: un flujo de aire insuficiente provoca sobrecalentamiento y daña los tejidos delicados.
  • Manchas: si el condensador o el depósito no se limpian, el agua sucia puede dejar residuos en la ropa.

💡​Consejo inteligente: la opción Smart AI Dry de hOn reconoce la ropa ya seca para retirarla y evitar que se dañe.

El momento adecuado para el mantenimiento

Evita una caída de rendimiento y ciclos incompletos o más largos de lo normal. Realiza mantenimiento tras un uso intensivo, como lavados frecuentes de sábanas, toallas o prendas voluminosas que generan mucha pelusa.

También durante los cambios de estación, cuando se usa más la secadora o para secar ropa delicada.

Pasos para un mantenimiento de la secadora eficaz

Aquí algunas tareas rutinarias que puedes hacer tú mismo, sin técnico:

1. Limpieza de filtros de pelusa

Esta es la tarea más importante: un filtro parcialmente obstruido reduce significativamente el flujo de aire y el rendimiento de la secadora.

¿No sabes dónde están los filtros?
Todas las secadoras tienen un filtro de dos partes ubicado en la parte inferior de la abertura de la puerta. Limpialo antes o justo después de cada ciclo. Retira el filtro, elimina los restos de fibras y, si es necesario, enjuágalo suavemente con agua. Asegúrate de que esté completamente seco antes de volver a colocarlo.

Otros filtros dependen del modelo de secadora. Algunos modelos tienen un segundo filtro en la puerta —a veces anidado, a veces dentro del tambor— mientras que el filtro adicional más común se encuentra en la parte frontal inferior del aparato. Limpia este filtro cada 5–10 ciclos.

2. Vaciar el depósito de agua

Si no está conectado directamente al desagüe, recuerda vaciarlo y comprobar que no haya moho ni residuos. En caso de estancamiento o mal olor, lávalo con agua y un poco de vinagre.

3. Revisar olores, residuos y humedad interna

Después de secar la ropa, deja la puerta abierta unos minutos para que la humedad residual se evapore y evitar olores o moho. Si percibes olor a quemado o humo, apaga inmediatamente y revisa que no haya acumulación de pelusa alrededor del ventilador, el calentador o el motor.

4. Limpieza general

De juntas, tambor y sensores internos. Las juntas de la puerta acumulan pelusa, polvo y residuos de detergente, mientras que los sensores de humedad pueden acumular cal o residuos de detergente, provocando ciclos más largos. Para una secadora siempre eficiente, limpia las partes delicadas con un paño suave ligeramente humedecido o unas gotas de vinagre cada pocas semanas.

Para una revisión más profunda:

  • Revisiones periódicas de piezas mecánicas, tornillos y bisagras para comprobar desgaste.
  • Revisar el condensador (para modelos de condensación o bomba de calor): limpiarlo cada 1–2 meses para mantener eficiencia energética y circulación de aire adecuada.
  • Comprobar los conductos de ventilación (para modelos de evacuación) y asegurarse de que no estén obstruidos.
  • Programar limpieza interna para eliminar pelusa acumulada con el tiempo. Acude a un técnico autorizado: desmontar puede dañar componentes y generar riesgo eléctrico.

¡La seguridad es lo primero! Desconecta siempre la secadora antes de limpiar y usa guantes protectores; en algunos casos, es mejor confiar en un experto.

Consejos naturales para ropa siempre fresca

Más allá del mantenimiento técnico, pequeños trucos ayudan a mantener la ropa suave y perfumada:

  • Agrega bolas de lana natural al tambor: reducen el tiempo de secado y suavizan la ropa.
  • Agrega un pañuelo de algodón con unas gotas de aceite esencial (lavanda, cítricos, eucalipto) para un aroma natural y delicado. O prueba pastillas aromáticos Care+Protect: inserta dos pastillas para un aroma más intenso.
  • Ventila la secadora dejando la puerta abierta unos minutos después de su uso.

Tecnología al servicio del mantenimiento: la app hOn

Para no olvidar las tareas de mantenimiento de la secadora y tener soporte a mano, usa la app hOn. Te guía con recordatorios inteligentes, consejos personalizados y notificaciones sobre los mejores momentos para el mantenimiento. Más allá de avisarte, te acompaña paso a paso para un mantenimiento sencillo y eficaz.

Tu secadora se mantendrá siempre eficiente, segura y lista para ofrecer resultados óptimos sin desperdicio de energía.

Puedes comprobar el consumo en el área Estadísticas y consultar Tips para no cometer errores.